Por varios motivos tiene muy claro el Sevilla que
no se va a precipitar con una inversión costosa por Giovani dos Santos. Y todos ellos son totalmente entendibles y lógicos si se analizan desde la frialdad y la posición en la que se encuentra la entidad nervionense, prácticamente
con la plantilla completa y sólo a la espera de esta "guinda" -como la calificó Del Nido-, que no es otra cosa que una deferencia hacia el entrenador. Éste, además, ya avisó en la entrevista que la semana pasada protagonizó en
Diario de Sevilla que su llegada podría producirse perfectamente con la Liga empezada, que por él no habría ningún problema si su incorporación se cerrase del 18 de agosto, día que empieza la campaña para el Sevilla, al 31 en que se cierra el plazo de inscripción en la LFP.

Encima, Monchi, entre líneas, dio ayer
otras claves. Una, reiterando lo que avanzó el presidente en Costa Ballena: que
el club piensa en este jugador sólo como cedido, apresurándose a aclarar que "el delantero que ha pedido el entrenador es el mismo que ha pedido el club". Esto, en cierta medida, no es así, puesto que cuando la dirección deportiva ha creído a pies juntillas en un futbolista ha ido a por él en una inversión de compra. Es verdad que la crisis en el fútbol está ahí, pero hay muchos condicionantes para tener reservas en una inversión como la que Giovani requiere.

Para empezar, la entrada en liza de un representante mediático como Jorge Mendes (agente de Cristriano Ronaldo y algo así como Paco Casal en Portugal) asegura que el mexicano reclame una ficha considerablemente alta con los antecedentes de proceder de una liga como la Premier, donde cualquier sueldo puede catalogarse de estratosférico. El Sevilla no se niega a negociar y, de hecho, es probable que tenga un acuerdo cerrado con el jugador, pero siempre en base a una cesión por un año y otros cuatro en caso de hacer efectiva una opción de compra que el club nervionense podrá ejercer siempre y cuando el rendimiento haya sido óptimo y el Sevilla esté en Champions la temporada siguiente.
Además, la dirección deportiva tiene fe en futbolistas de la cantera (Luis Alberto) que pueden jugar en el puesto que Marcelino quiere para Giovani, un futbolista que acabará llegando a Nervión, pero, como el club defiende siempre, bajo la fórmula de un riesgo controlado. En este sentido, también se especula con que el Sevilla espera que pase el 1 de agosto para negociar con el Tottehnam, ya que en esa fecha expira un derecho que tiene el Barcelona por el 10% de los derechos del jugador.

Monchi, durante la despedida de Capel, fue tajante en todos estos aspectos. "
La inversión en fichajes en este club, porque es un club previsor,
está prevista desde hace tiempo y no tiene nada que ver con la operación de Diego (Capel). Si llega el delantero, que no nos urge, la plantilla quedará cerrada en cuanto a entradas", aclaró para después sorprender a los presentes:
"No hemos hablado ni con Giovani ni con su agente ni con el Tottenham. No hay nada con Giovani ni con ningún otro jugador. No hay ningún precontrato porque está prohibido por la FIFA, así que pido que no hablen tan a la ligera porque no es legal. No se puede ni hablar con un jugador con contrato en vigor sin permiso de su club. [...] Giovani sólo vendrá cedido, como dijo el presidente. Tenemos claro cómo queremos a ese delantero y en qué situación lo queremos".
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