La ciudad de las flores se rindió al fútbol y al Real Madrid. El equipo de José Mourinho explotó toda su creatividad en el Tianhe Stadium y destrozó al líder de la Superliga, el Guangzhou Evergrande con siete goles. Cada uno superaba al anterior, hasta llegar al clímax: el tanto de Jesé con el pecho, tras un pase de rabona de Di María. Un gol de ciencia ficción que el Real Madrid hizo real en una gran exhibición de calidad individual. Khedira, Özil, Benzema (2), Cristiano y Di María firmaron el resto.

Pronto Khedira definió lo que sería el partido: un paseo militar para los blancos. El alemán irrumpió en el área como un tanque, para en el minuto 6 desmontar la defensa que pretendía ser una muralla china, y que ya quedó en escombros. Benzema hizo el trabajo de precisión en la banda, para poner la munición al alemán en la cabeza. Un año después, Kedhira demuestra tener la pegada de la que se hablaba cuando llegó.
Fue el prólogo de lo que llegó a convertirse en 'Betseller' y en el que el primer protagonista fue Özil. En el 30', el turco-alemán se asoció al primer toque con Khedira para hacer el segundo después de burlar a la defensa y reburlar al portero Yan Jun. El 10 blanco, que dignifica el número que lleva, es el valor diferencial del Real Madrid. Es la pausa y la velocidad; la clase y la elegancia; el toque y la creación. Tiene alma de asistente y carece del ego del goleador. Prefiere asistir a marcar. Un valor poco extendido en su entorno. Y lo volvió a demostrar en el tercero. Generó la jugada, tocó con Cristiano, quien se adornó para dejar solo a Benzema. El francés, al límite del fuera de juego, volvió a decir "este será mi año" y batió al meta con un tiro raso y cruzado proyectado con su pierna izquierda.

Apareció Cristiano en escena, hasta el momento activo pero poco acertado, para deleitar a China con un gol de tacón que recorrerá el mundo, por su belleza y por su autor. Aunque quizás le haga sombra el que vino después: diagonal diabólica de Di María que llega hasta línea de fondo para centrar de rabona. El canterano Jesé encumbró la jugada rematando con el pecho. Ya nadie habla de otra cosa.

El argentino Dario Conca, entre los cinco jugadores mejor pagados, defraudó sólo Murigui, que mareó a Marcelo en más de una ocasión, dio la cara. Aunque el premio y el consuelo se lo llevó Yang Yihu, que hizo el del honor para los chinos en la penúltima prueba del Real Madrid antes de enfrentarse a su bestia negra en la Supercopa. Antes de eso, aún queda el Tianjin, también en China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario