4 abr 2012

El Málaga puso el juego, pero el Betis los goles

Victoria práctica del Betis ante el Málaga en la que los verdiblancos tiraron de efectividad máxima para sumar tres puntos vitales para asegurar la permanencia. Los de Mel no hicieron un buen partido, siendo dominados en juego y ocasiones por los malaguistas, pero dos acciones a balón parado le dieron un 0-2 con el que supo aguantar hasta el pitido final. Rubén Castro y Dorado, goleadores verdiblancos, sitúan el descenso a siete puntos de nuevo, tras la victoria del Zaragoza horas antes.Desde el inicio, el Málaga dominaba en el partido. Con más ritmo, intensidad y circulación de balón, especialmente por medio de los talentosos Cazorla e Isco, los verdiblancos apenas olían el esférico, no trenzaban dos pases seguidos y tocaba trabajar y correr detrás del esférico. Rondón era el hombre más peligroso en ataque para el Málaga, dándole muchas quebraderos de cabeza a Dorado y Amaya. En uno de sus remates obligó a Fabricio a intervenir.
Hasta entonces el Betis se había limitado a dos disparos lejanos y muy desviados de Beñat. Sin embargo, dos acciones a balón parado pusieron una ventaja para los béticos que ni habría imaginado por lo visto sobre el césped. Beñat, hasta entonces desapercibido, colgaba un balón en el área para que Rubén castro, a un metro de Kameni, peinara y subiera el 0-1 en el marcador. Mucho premio para un Betis que al filo del descanso aumentó con un tanto de Dorado en un revuelo en el área que el central supo aprovechar para ajustar su disparo al palo izquierdo malagueño. El trabajo, sin haberlo merecido, estaba hecho, ahora solo restaba no tirarlo por la borda en la segunda mitad.
Como era previsible, el Málaga siguió mandando en la reanudación, por lo que el Betis parecía aguantar el arreón inicial para después matar al contragolpe. Duda tuvo en sus botas el 1-2, pero su disparo se estrelló en Fabricio. Mel hacía su primer cambio pronto para retirar del campo a un exhausto (preocupante lo del vasco) Beñat, para dar entrada a Iriney. También retiró pocos minutos después a un desaparecido Montero para dar entrada a Juanma.
Con el paso de los minutos el Betis empezó a sentirse más cómodo y ya salía al contragolpe en alguna que otra ocasión. Y sobre todo, comenzó a sufrir menos en defensa, ya no había tantas ocasiones. Van Nistelrooy tuvo una muy clara al peinar un centro, pero su balón se marchó cerca del poste derecho de Fabricio. Restaba darle relevo a Santa Cruz, que andaba como islote en ataque para aguantar el balón, pero sin beneficio. Este se produjo a un cuarto de hora del final, siendo sustituido el paraguayo por Matilla.              Rondón seguía sembrando miedo en la defensa bética, que aguardaba como agua de mayo al pitido final del colegiado, para sumar tres puntos vitales en sus aspiraciones de permanencia. Este llegaría en el 94 y los pupilos de Mel se abrazaron conscientes del oasis hallado en desierto esta noche en La Rosaleda y el respiro que da una victoria que vuelve a situar el descenso a siete puntos, neutralizando así la victoria del Zaragoza. Además, el Sporting y el Racing ya están más lejos aún.

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