
Mourinho fue sancionado con dos partidos por el incidente al final de la vuelta de la Supercopa de España en agosto pasado, cuando el portugués metió el dedo en el ojo de Vilanova, entonces segundo entrenador del Barcelona, quien le respondió con un golpe en la nuca que le valió un encuentro de castigo.
Villar justificó el indulto por los éxitos de la selección española. El mandatario consideró que la victoria en la Eurocopa de Polonia y Ucrania «es circunstancia singularmente grata que sitúa al fútbol español en el primer puesto de la clasificación mundial y es motivo justificado para adoptar medidas de gracia para condonación de sanciones».
El incidente entre Mourinho y Tito Vilanova durante los minutos finales del duelo jugado el 17 de agosto del pasado año, durante la vuelta de la última Supercopa de España. Poco antes de consumarse la conquista del título por parte del Barcelona, el azulgrana Cesc Fábregas sufrió una durísima patada del brasileño Marcelo, lo que originó un tumulto en el campo y en los banquillos. Mourinho se acercó a Vilanova y metió el dedo en el ojo del entonces ayudante de Josep Guariola, quien tras la sorpresa inicial, golpeó por detrás al portugués.

Habrá además un título en juego, serán los primeros clásicos de la campaña y el primer duelo entre Mourinho y Vilanova, que parecen haber dejado atrás la tensión vivida aquella noche de agosto.

Toni Freixa, portavoz del Barcelona, se mostró contrariado por la anulación de la sanción al portugués y dijo que «una agresión no puede quedar impune». «Esta medida de gracia no convierte en inocente al agresor, sino que en todo caso le concede la conciencia de que pueda seguir agrediendo impunemente. Entendemos que es un mal ejemplo del fútbol español que un agresión como la que hubo quede sin castigo», lamentó Freixa.
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