Todavía no había logrado traspasar el conjunto vasco -que se enfrentaba a su ex técnico Joaquín Caparrós- la línea de tres cuartos cuando los locales lograban ponerse por delante.
En el minuto 2, Cendrós robó el balón en banda y sirvió para Víctor, que en su intento de disparar a puerta se topó con un Javi Martínez que tampoco acertó a despejar el peligro. Amorebieta intentó desbaratar la ocasión, pero su rechace cayó en las botas de Alvaro dentro del área, que batió por bajo a Iraizoz y firmaba así su primer gol en Primera.El gol dio paso a un Mallorca que empezó a llegar más y mejor al área visitante y que provocó problemas a los bilbaínos a la hora de sacar la pelota de su área. Los bermellones intentaron aprovechar los huecos ofrecidos por las subidas de Aurtenetxe, aunque no lograron materializar sus ocasiones.
Sin embargo, las acometidas locales se fueron reduciendo y el Athletic se lanzó al ataque. Los de Bielsa llegaban, pero no lograban rematar entre los tres palos. En el minuto 26, Toquero lograba fusilar la portería de Aouate, pero el colegiado anulaba el tanto por clara posición antireglamentaria.
No bajó la intensidad el Athletic y en el descuento tuvo su premio. A pesar de haberse cumplido los dos minutos de añadido, el colegiado dejó seguir una jugada del conjunto vasco tras un despeje de la zaga mallorquina; Ander Herrera centró al segundo palo y Amorebieta cabeceó al fondo de las mallas ganándole la partida a Cáceres en el salto.Con el ambiente todavía caldeado por la última acción de la primera mitad, el Mallorca dispuso de una de sus mejores ocasiones a los cinco minutos de iniciarse el segundo período. Tissone ideaba una pared con Víctor Casadesús, partiendo desde la frontal, pero Gorka Iraizoz desbarataba el peligro tapando el disparo.
A falta de diez minutos el partido se rompió por completo. Pereira pudo hacer el segundo de su equipo, pero el meta vasco despejó el zurdazo del francés. Respondió el Athletic en la siguiente jugada, aunque Cáceres logró despejar el pase atrás dentro del área de Gabilondo cuando Susaeta se disponía a empujarla. Fue la primera de los numerosos ataques que lanzaron los rojiblancos en los últimos minutos, ninguno de ellos con éxito.
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