Con una deuda cercana a los 4.000 millones de euros el fútbol español se enfrenta a un futuro incierto en el que la desaparición de clubes y la huelga de jugadores son dos posibilidades cada vez más reales.
El último equipo en solicitar la ley concursal ha sido el Rayo Vallecano. Recién ascendido a Primera División, el equipo madrileño sigue los pasos de otros 20 clubes españoles, diez de los cuales aún están en proceso concursal. Según informa el diario Marca, más de 300 jugadores de Primera y Segunda División han denunciado impagos, lo que aumenta el riesgo de una hipotética huelga de futbolistas.
Clubes como Zaragoza, Mallorca, Hércules o Betis engrosan la lista de equipos en proceso concursal y otros como Málaga, Real Sociedad, Sporting y Alavés la han solicitado aunque actualmente ya están fuera del proceso.
Real Madrid y FC Barcelona, con 660 millones y 548,6 millones respectivamente son los clubes más endeudados. Pese a su abultada deuda ambos generan ingresos suficientes para poder sobrevivir, algo que otros clubes más modestos no pueden decir.
A partir del año que viene los equipos que hayan logrado clasificarse para disputar la Liga de Campeones y la Europa League deberán demostrar que gozan de una “salud financiera” aceptable para obtener una licencia de la UEFA. Otra medida que también baraja el fútbol español para hacer frente a su particular crisis de deuda es la firma de un convenio entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) que garantice los salarios de los futbolistas
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