
Después de proclamarse campeón de Europa sub-21 con la selección española a Thiago ya solo le restaba la llamada del equipo grande y esta se produjo antes de lo que esperaba el propio entorno del futbolista. Pero la progresión del centrocampiosta del Barcelona es imparable y su irrupción en la pretemporada del cuadro de Pep Guardiola ha sido tan brutal que buena parte de la afición blaugrana considera un dispendio absurdo abordar la contratación de Cesc Fábregas teniendo en la plantilla a un talento de 20 años como Thiago.
Pero la decisión de Del Bosque tampoco se puede separar de la necesidad que la selección española tiene de "apropiarse" de Thiago ante la amenaza que podría suponer la selección brasileña. Al tener la doble nacionalidad el futbolista puede elegir a qué país puede representar en su etapa profesional. Todo depende del primer equipo con el que juegue un encuentro oficial y la Federación Española pretende que lo haga cuanto antes para cerrar las llamadas desesperadas que se producen a su teléfono desde Brasil.
Ni tan siquiera el hecho de jugar el partido del miércoles –al tratarse de un amistoso– resultaría determinante por lo que todo el mundo da por hecha su presencia en el choque de comienzos de septiembre ante Liechtenstein, valedero para la clasificación de la Eurocopa de 2012. Ese día, salvo contratiempos, se podrá fin a esta pequeña duda.
De todos modos, la llamada de Del Bosque, al margen de ser un premio para los últimos meses que lleva el centrocampista, también se produce porque el jugador ha insistido de forma repetida en que quiere jugar en la selección española porque se siente absolutamente integrado en la cultura de este país. Llegó a los tres años a Valencia después de que su padre fichase procedente del Bari italiano. Curiosamente su estreno con la selección española absoluta el próximo miércoles, se va a producir en la ciudad donde nació.
A los cinco llegó a Vigo donde residió varios años y donde, tras un paso por Brasil que le sirvió para jugar en el Flamengo, transcurrió buena parte de su infancia y adolencencia. Fueron esos los años en los que Thiago Alcántara se enroló en las filas del Ureca, el equipo del Val Miñor. La proximidad a su casa y la relación distante que tenía su padre con el Celta fueron decisivos en esta elección. Brilló en los dos años de infantil (los únicos que jugó en Galicia) y cayeron sobre él todos los equipos que se puede uno imaginar. Gallegos, nacionaes, internacionales....todo el mundo quería a Thiago y también a Rafinha, su hermano pequeño y en el que también se apreciaban importantes cualidades. Thiago y su familia eligieron el Barcelona y cuando iba camino de los quince años llega al equipo azulgrana. El resto de la historia es bien conocida.
De todos modos, la llamada de Del Bosque, al margen de ser un premio para los últimos meses que lleva el centrocampista, también se produce porque el jugador ha insistido de forma repetida en que quiere jugar en la selección española porque se siente absolutamente integrado en la cultura de este país. Llegó a los tres años a Valencia después de que su padre fichase procedente del Bari italiano. Curiosamente su estreno con la selección española absoluta el próximo miércoles, se va a producir en la ciudad donde nació.
A los cinco llegó a Vigo donde residió varios años y donde, tras un paso por Brasil que le sirvió para jugar en el Flamengo, transcurrió buena parte de su infancia y adolencencia. Fueron esos los años en los que Thiago Alcántara se enroló en las filas del Ureca, el equipo del Val Miñor. La proximidad a su casa y la relación distante que tenía su padre con el Celta fueron decisivos en esta elección. Brilló en los dos años de infantil (los únicos que jugó en Galicia) y cayeron sobre él todos los equipos que se puede uno imaginar. Gallegos, nacionaes, internacionales....todo el mundo quería a Thiago y también a Rafinha, su hermano pequeño y en el que también se apreciaban importantes cualidades. Thiago y su familia eligieron el Barcelona y cuando iba camino de los quince años llega al equipo azulgrana. El resto de la historia es bien conocida.
Fue quemando etapas a toda velocidad mientras se sucedían los comentarios sobre su inmenso talento sobre esa creatividad que le diferenciaba del resto de los futbolistas de su edad. Llegó al equipo filial, al primer equipo, asombró en partidos de exigencia y Guardiola le situó bajo su regazo. El año pasado su presencia ya fue constante en muchos partidos oficiales del primer equipo y decisivo incluso en algunos de ellos. Esta temporada ya es miembro de la primera plantilla con todas las de la ley y que empezará una nueva etapa con la llamada de Del Bosque para jugar en la selección española absoluta. Thiago es un cohete que comenzó a volar en Vigo y que ya no se detiene.
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