
Era el debut de Míchel en el banquillo local tras su estreno a domicilio el pasado lunes en Anoeta de donde salió derrotado. Con una semana más de trabajo, las ideas del nuevo entrenador parecen algo más claras en los jugadores del Sevilla F.C. que esta vez sí, ofrecieron una imagen mucho más cercana de la que se espera de ellos.
Osasuna no era además un rival cómodo. Los de José Luís Mendilíbar se presentaban en la capital andaluza con la moral por las nubes tras su triunfo el pasado fin de semana ante el F.C. Barcelona. En cualquier caso, los navarros eran conscientes de que podían pagar los platos rotos en su visita al Sevilla.


El conjunto navarro se mostró superior al rival en buena parte del encuentro. Sin embargo, el dominio en el centro del campo no se tradujo en demasiadas ocasiones de peligro. Además, cuando se acercaban al marco contrario, aparecía un Palop muy seguro bajo palos.
Una victoria importantísima para el conjunto de Míchel que pone fina una racha de ocho partidos sin ganar. Triunfo que sirve para poder engancharse de nuevo al verdadero objetivo de la temporada, el de luchar por un puesto de competición europea. Ese "flirteo" con el descenso no debe repetirse.
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