11 ago 2011

La sub 20 llega a cuartos de final con dificultades

España tuvo fe. La sub 20 sufrió lo indecible para vencer a una rocosa Corea que aguantó con vida hasta la tanda de penaltis. Pero allí, tras 8 lanzamientos por equipo, los chicos de Lopetegui consiguieron su pasaporte para los cuartos de final.
Se acabaron los tiempos en los que la diosa fortuna se jactaba de dar la espalda a España. Algo ha cambiado en las grandes competiciones. El fútbol devuelve a la sub 20 un poco de lo mucho que ésta le ha dado. En un día en el que el talento de la Rojita se estrelló contra el rigor asiático, lo importante era pasar. Y se hizo. Un lanzamiento a la escuadra de Álvaro Vázquez pudo cambiar el guión. Pero se llegó a los 11 metros y los españoles no se arrugaron.
Una batalla eterna
España y Corea no se anduvieron por las ramas en el primer acto. La Rojita proponía, pero siempre le faltaba el último ingrediente en sus acometidas ofensivas. Corea era un equipo diseño al milímetro, donde nada se dejaba al azar. Cuadriculada, estudiada, disciplinada, los asiáticos organizaron un telón de acero infranqueable para los nacionales.

Pero Corea no se conformaba. Cada gazapo español transformaba al robot en un dragón, que escupía centellas que se plantaban en la guarida de Pacheco en centésimas de segundo. Pero el pacense tenía su día y desde el primer instante dejó claro a los coreanos que el cadáver español se iba a vender caro.
Oriol Romeu ejercía de 'stopper', lejos de la línea de creación. Koke y Canales aparecían con tanta calidad como intermitencia. Dani Pacheco rondó el gol en una clara oportunidad pero su volea se marchó fuera por poco. Tello regateaba en exceso y no armaba su disparo con frecuencia. Todo lo contrario que Rodrigo. En el término medio se ubican las virtudes, España no las encontraba.
La segunda parte
Corea se crecía y el delantero del Nantes Lee Jong Jae aviso en varias oportunidades. Siempre con la mejor de las intenciones, pero con la pólvora mojada. El estadounidense Míster Geiger nos apoyaba en algunas decisiones y comenzó la segunda parte.
España perdió la visibilidad en la niebla coreana, que para más inri vestía de roja. La sub 20 no llegaba, pero Corea tampoco lo hacía. Cuando el partido estaba llamado a la prórroga, los asiáticos comenzaron un ataque en tromba que puso a los chicos de Lopetegui contra las cuerdas. Prórroga y menos mal. Isco, Álvaro Vázquez y Recio habían entrado al rescate.
La prórroga
El tiempo extra transcurrió sin pena ni gloria, hasta que España se dio cuenta de que tenía 5 minutos por delante para jugar su futuro a la carta más alta. Isco sacó su clase por todos los sitios del campo y Tello chutaba desde posiciones inverosímiles. Una falta en la frontal pudo ser el final, pero la genialidad de Vázquez murió en la cruceta.
Y llegaron los penaltis. Antes sinónimo de derrota, hoy de 'juego de favores'. España obsequia al fútbol y éste le corresponde. Koke envió su chut a las nubes, pero Fernando Pacheco acudió al rescate. Ni un error más. A esperar a que un coreano en el decimosexto lanzamiento enviase el balón al cielo. Allí donde la selección alzó los brazos, para reivindicar que su fantasía nunca puede morir en octavos. Eso es cosa del pasado. Ahora espera Brasil en cuartos.

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